Como veíamos en el artículo anterior, en Alhama de Granada descubrimos una tipología de vivienda que configura la mayor parte de la trama urbana. En este artículo vamos a señalar la intervención que sobre ésta se produjo en los años 70. Los años del Pop.
La fachada de la vivienda tradicional se configura en tres cuerpos: En la parte baja se encuentra la portada, en la primera altura, sobre la portada, un balcón de grandes dimensiones, y una segunda planta más sencilla, también con balcones o con una galería. La cubierta se remata con un alero y teja con la cobija taponada y encalada. Este tipo de fachada se adosa a la siguiente, y a otra más hasta formar todo el frente de la calle.
El trazado, más o menos sinuoso y empinado, según el barrio, está formado por esta arquitectura. Son edificios de todas las épocas, en general difíciles de datar, pues desde la conquista cristiana en 1482, y desaparición de los moriscos en 1609, se ha seguido construyendo con la misma estructura de fachada, incluso sustituyendo a las viviendas árabes.
La sustitución, renovación o rehabilitación de las viviendas en los años 70 del siglo XX es muy característica, y ha dado lugar a una reinterpretación de todos los elementos de la casa de Alhama, pero especialmente balcones y aleros respetan la forma de la tradición pero se expresan de manera directa en otro lenguaje.
Las barandillas de forja son de formas geométricas variadas, mucho más sencillas y abstractas que las de épocas anteriores, sin concesiones a la filigrana.
El tradicional bastidor de hierro del balcón que forma su estructura se mantiene en rehabilitaciones o nuevas construcciones, pero el solado, en vez de baldosa o revestimiento de molduras o cal, se conforma con baldosas de terrazo.
Los vuelos que permiten las nuevas estructuras metálicas son muy generosos, casi como los de las casa solariegas más destacadas. A veces se invierte la importancia de la balconada y la de planta segunda tiene mayores dimensiones.
También la portada cae en importancia, y se incorpora el portón de garaje al muro de fachada.
Los aleros se construyen con baldosas de terrazo, un material duro y resistente, tan representativo de la arquitectura de los años 70.
Las aldabas se simplifican y se tiende a resolverlas de manera más sencilla, incluso conviviendo con nuevas mirillas modernas y las celosías pop-art, de hormigón prefabricado, emulan las de reja, y reinterpretan el círculo original.
Una gran cantidad de viviendas de nueva construcción o rehabilitación se han llevado a cabo en esta época, alternándose con otras más antiguas. Las construcciones de los años del pop, y del desarrollismo, no rompen la geometría, la traza, la alineación ni la disposición de huecos de la trama existente, como ha ocurrido en otros municipios.
Se trata de muchas intervenciones en la arquitectura urbana respetuosas y a la vez rompedoras, fácilmente identificables y datables.
Esta renovación edificatoria es un ejemplo de respeto al paisaje urbano sin acudir al falso histórico.