Entre 1958 y 1966 se planificaron y construyeron las viviendas sociales del Poblado Dirigido de Manoteras, al norte de Madrid.
En este artículo analizamos la construcción de este ensanche madrileño, levantado para resolver una demanda urgente de viviendas en el Madrid de los años 50-60, y la necesidad de su rehabilitación.
El proyecto fue redactado por los arquitectos Marino García Benito, Eduardo García Rodríguez y Enrique Quereizaeta Enríquez. Todos ellos bajo la supervisión del arquitecto Manuel Ambrós Escanellas.
La tipología urbana en manzana cerrada no se plantea como solución del trazado, y se conciben bloques aislados. La salubridad es un criterio primordial en las nuevas viviendas. Por ello, entre los bloques habrá espacios ajardinados.
El bloque abierto será sin patios interiores, que se desechan en el diseño, como en casi todos los proyectos de vivienda social de la época. Se plantea ventilación cruzada exterior en cada vivienda.
El barrio cuenta con cuatro tipos de bloques, dos de unifamiliares en hilera y dos de bloques en altura. Lo anterior permite una diversidad de viviendas en superficie, para familias más o menos numerosas.
La construcción de las viviendas sociales del Poblado Dirigido de Manoteras había de ser muy asequible. Hay que tener en cuenta que muchos edificios se construirán por lo propietarios, en su tiempo libre. A pesar de los diferentes tipos, los principios y materiales serán comunes a todos. Además, la estructura será de muros de carga y forjados de viguetas de hormigón. Las fachadas de ladrillo visto y las carpinterías metálicas.
Render 3D de un bloque multifamiliar. Imagen Víctor Romero Díaz
Las viviendas multifamiliares tendrán acceso a través de unas escaleras abiertas, adosadas al bloque, que darán la entrada a dos viviendas en cada planta. En cada vivienda había un tendedero abierto, necesario por la eliminación de los patios interiores.
Planta tipo de un bloque multifamiliar. Imagen Víctor Romero Díaz
La estructura es propia de la arquitectura de la autarquía, en la que el acero estructural es un bien muy escaso. Sin embargo la construcción de muros de carga, con la mano de obra abundante y barata o gratuita resulta mucho más eficiente.
Perspectivas de viviendas unifamiliares. Imagen Víctor Romero Díaz
Evolución del Poblado
La evolución de este poblado dirigido ha sido analizada en el TFG de Víctor Romero Díaz, titulado Poblado dirigido de Manoteras: análisis y propuestas para la regeneración de un icono moderno.
Desde su construcción, la iniciativa individual se ha encaminado mejorar las condiciones iniciales de las viviendas, muy básicas a su finalización.
Sin embargo, esta iniciativa no ha sido dirigida, y no ha habido unas trazas generales o unas directrices. La disparidad de actuaciones genera mucho desorden urbano. Se han cerrado tendederos y cajas de escalera, y en algunos bloques se ha incorporado ascensor.
Se han modificado las cubiertas, con la sustitución del fibrocemento y la colocación de canalones en los aleros.
Además, algunas comunidades han revocado las fachadas, que tenían el ladrillo muy deteriorado.
Uno de los tipos de unifamiliares tenían un zaguán y un patio trasero. En todas ellas se ha cerrado el zaguán y algunas incluso han levantado algún piso más.
Las intervenciones se han realizado con diferentes materiales, carpinterías y acabados de cubierta. No se previó la construcción de garajes bajo los bloques. Por esta razón, los espacios interbloque se utilizan también de aparcamiento, aunque se han construido algunos subterráneos.
Falta, sin embargo, una actuación general encaminada a resolver las carencias de estas viviendas. Una mejora en habitabilidad, sostenibilidad y en calidad y conservación exterior, que siga unos patrones fijos.
En su inicio, las viviendas sociales del Poblado dirigido de Manoteras se emplazaron en una zona nueva, alejada del resto de la ciudad. Se había de resolver, en consecuencia, no solo las viviendas sino también las dotaciones necesarias, como colegios, centros de salud o parroquias, como veíamos en Canillas.
La comunicación era con líneas de autobús, y el metro llegaría muchos años después, al igual que muchas dotaciones. Todo ello ha contribuido a una mejora sustancial. En consecuencia, la mejora integral de los bloques es un paso adelante necesario.
Agradecemos la ayuda del arquitecto Víctor Romero Díaz, que nos acompañó en la visita al barrio. También nos ha permitido publicar las fotografías, imágenes y planos realizados por él.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio
Fuente: TFG Víctor Romero Díaz en http://dspace.uah.es/dspace/handle/10017/26047