Con este título la Biblioteca Nacional expone en Madrid, hasta el 4 de octubre, una serie de planos y fotografías de arquitectura, con el fin de mostrar cómo surge la fotografía de arquitectura y cuáles son los primeros intereses de los fotógrafos a la hora de plasmar la realidad arquitectónica de nuestro país a mediados del siglo XIX.
Desde las formas básicas de representar la arquitectura, recogidas por Vitruvio en los Diez Libros de Arquitectura, plantas, alzados y secciones, pasando por perspectivas en grabados, hasta la aparición de la fotografía, la representación de edificios, tanto para su diseño como para su conservación, se ha plasmado sobre el papel de muy diversas maneras.
En la exposición hay una comparación entre los grabados y las primeras fotografías o daguerrotipos, directos herederos de aquéllos. La imágenes sirven para recoger, siguiendo los principios de la enciclopedia, la máxima información gráfica, para su clasificación, su estudio y su posterior difusión. La fotografía se convierte en una herramienta ideal para para desarrollar esta labor.
Por otro lado, la fotografía permite a los no avezados en el dibujo, plasmar y conservar para siempre imágenes de los lugares y edificios visitados. La España de mediados del siglo XIX se convierte en un objetivo para los viajeros, que, sin salir de Europa, pueden viajar y conocer una cultura diferente. Las imágenes difundidas por estos primeros viajeros románticos marcan el inicio de nuestro país como destino de turismo cultural y arquitectónico con un marcado exotismo para los vecinos europeos.
Las catedrales, la Alhambra, El Escorial, las plazas porticadas, las construcciones populares y la obra civil son los blancos de los objetivos de los primeros visitantes. Jeann Laurent o Charles Clifford son los primeros en retratarlos.
En algunas imágenes, como las de la Puerta del Sol de Toledo, pueden apreciarse actuaciones de recuperación y limpieza, y en otras pueden reconstruirse ambientes perdidos para siempre, a veces mejorados en obras posteriores, como es el caso de la Puerta del Sol de Madrid.
Para las reconstrucciones y rehabilitaciones ha sido fundamental la documentación proporcionada por fotografías. Además de testimonio histórico, también la fotografía ha permitido reconstruir fielmente edificios después de incendios o de destrucciones por guerras o terremotos.
Merece la pena descubrir el estado de nuestro patrimonio que reflejan estas fotos, reconocer barrios, iglesias y monumentos de hace más de siglo y medio, con su entorno, su estado de conservación y el interés que suscitaron entre los estudiosos locales y extranjeros.
Fuente:http://www.bne.es/es/Actividades/Exposiciones/Exposiciones/exposiciones2015/FotografiaMonumental/index.html