La fábrica armada es el conjunto formado por piezas cerámicas, mortero u hormigón y acero corrugado, que trabajan conjuntamente con fines estructurales. Se trata de un material estructural mixto, con capacidad de absorber esfuerzos de tracción, en el que cuenta la capacidad del ladrillo en colaboración con el acero corrugado, y el mortero que los vincula es el que se encarga de hacer compatibles ambos.
Eladio Dieste (1943-96) comienza la utilización de este material, al que él bautizará como cerámica armada, en los años 50 del siglo XX. El camino abierto por Dieste para el uso de la cerámica armada no consiste sólo en el material, también es la forma, pues desarrollará una familia de tipos constructivos para dar solución a los problemas más variados que la arquitectura y la ingeniería civil plantean.
La utilización del ladrillo permite la formación de superficies curvas sin necesidad de encofrados complejos, sólo con directrices de alambre y el metal de las nervaduras bien replanteados.
El ingeniero Uruguayo llegará a Madrid gracias a una invitación para dirigir un taller de verano de la Universidad de Alcalá en 1993. A partir de entonces Dieste comenzó a colaborar con los arquitectos de la Universidad y el Obispado. Las Iglesias de San Juan de Ávila y Nuestra Señora de Belén serán dos de los encargos para la diócesis.
San Juan de Ávila (1993-98) es una réplica de la Iglesia de Atlántida en Uruguay: de una sola nave, se apoya en muros formados por una sucesión de conoides. Así como en Atlántida la directriz del suelo es recta, en San Juan de Ávila es curva desde el arranque del muro.
El ladrillo es el acabado a la vez que la estructura por el interior y el exterior de la nave única. Se interrumpirá la fábrica en la fachada occidental, al insertar un rosetón con vidriera tridimensional.
En la parte alta de los muros se ganará luz gracias a pequeños huecos rectangulares con vidrios de colores. Los dispondrá bien altos para evitar la rotura de los cristales por parte de los chicos del barrio como sucedió en la iglesia uruguaya.
La cubierta es una bóveda gausa también de fábrica armada, con el ladrillo visto hacia el interior y en los vuelos sobre los muros laterales.
La mayor diferencia con la Atlántida es la solución de la cabecera, que en Alcalá está rematada por una elevación a modo de torre con un lucernario cenital y otro en forma de cruz.
Nuestra Señora de Belén (1998-99) tiene un aspecto más industrial. De una sola nave, está delimitada por muros de cerámica armada rectos en los laterales, y algunas concesiones a la superficie curva en la cabecera y los pies, aunque menos complejas que las San Juan de Ávila.
De nuevo es el ladrillo material estructural y de acabado de todas las superficies, tanto interiores como exteriores, salvo en la cubierta para la necesaria impermeabilización.
En esta iglesia la fábrica armada lo es de modo que los ladrillo no tienen la trabazón habitual, al tresbolillo, y se disponen para dejar las llagas horizontales y verticales continuas para la colocación del armado en ambas direcciones.
En la cabecera repite el juego de la fábrica que caracterizaba la fachada de Atlántida. Para abrir tragaluces verticales, juega con la inclinación alterna de los paños de ladrillo, y deja huecos para el vidrio opalino.
En el interior las bóvedas gausas se abren en lucernarios verticales. Éstos en la mitad de la nave están orientados en una dirección y en la otra mitad en la opuesta, lo que garantiza la entrada de sol permanente. Los juegos de luz enriquecen el espacio, con sombras y reflejos.
El campanario se coloca exento al exterior, es de planta circular y de fábrica calada. Se remata con la cruz que caracteriza ambas iglesias.
Ambos edificios constituyen un ejemplo de las posibilidades estructurales de la fábrica. Cómo ésta es capaz de conformar espacios de amplísimas dimensiones sin acudir a espesores grandes ni a apoyos en estructuras accesorias. Y también es posible hacer con ella formas onduladas o quebradas sin necesidad de encofrados complejos.
Otra de las ventajas de la fábrica armada es el comportamiento térmico y acústico del ladrillo, mejor que el del hormigón, y la durabilidad.
Y sobre todo la fábrica se integra completamente en el entorno de Alcalá de Henares. Una ciudad en la que el ladrillo es el protagonista de la arquitectura de la época barroca en la que fueron construidos la mayor parte de conventos y colegios.
Fuente. Eladio Dieste 1943-1996, editado por La Junta de Andalucía en 1996.
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3 comentarios en “La fábrica armada como material estructural. Eladio Dieste en Alcalá de Henares”
Interesante informe que pone de manifiesto de este tipo de material tan utilizado en nuestro país, y al que se le solicita cada día mas, nuevas prestaciones.
Me interesa mucho este blog
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