Rehabilitación de almacenes ferroviarios. Estación Gourmet en Valladolid

La adaptación de edificios históricos a nuevos usos. Rehabilitación, adaptación de estructuras y espacios. De almacenes ferroviarios a espacio gastronómico.

La arquitectura ferroviaria, que nace a mediados del siglo XIX, se caracteriza por que empieza a utilizar el acero como nuevo material para estructuras, lo que permite cubrir grandes espacios con estructuras ligeras. En esta rehabilitación que traemos hoy a nuestro blog, el edificio que se transforma es una nave industrial, construida para almacenes ferroviarios, que se encuentra junto a la Estación Campo Grande, la estación de trenes central de Valladolid.

Además de estaciones de ferrocarril, que tal vez son, junto con los invernaderos o palacios de cristal, las construcciones más características de esta época, las naves industriales también se unen a esta clase de edificios que ocupan grandes superficies y volúmenes, que pueden cerrarse sin apoyos, pilares o muros, intermedios, y generar espacios capaces de albergar en su interior las cadenas de producción industrial, y enormes maquinarias.

Como en el caso de la nave de Martini-Rosi, que presentábamos anteriormente, el crecimiento de la ciudad ha provocado que el uso industrial haya quedado fuera de esta zona. Perdido su uso original, se aprovecha el gran volumen diáfano en su interior, logrado gracias a la construcción de cerchas de acero paralelas, con una única cubierta a dos aguas, para albergar un nuevo espacio gastronómico.

El exterior se muestra como un volumen rotundo, una nave de planta rectangular muy alargada, con muros de ladrillo. En éstos se han abierto grandes huecos acristalados, salvo en uno de los testeros, en los que se conservan las características ventanas con arcos rebajados de la época.

En toda la fachada lateral se aprovecha el vuelo de la cubierta para organizar las terrazas de los distintos locales.

Hacia el interior se descubre el generoso espacio, de altura importante, con la estructura original de cerchas de acero vista, y la cubierta rehabilitada, aunque con la inclinación original.

Dentro de la nave se han dispuesto los locales gastronómicos alternados con zonas de mesas y sillas para uso de los comensales. El resultado es un espacio a la vez amplio y recogido, ya que los puestos interrumpen la visión, pero no alcanzan la altura de las cerchas, sino que quedan muy por debajo de éstas, lo que nos permite casi en todo momento apreciar la perspectiva de la nave.