Arquitectura contemporánea para disfrutar y conocer arquitectura antigua: El Palacio de Pascual de Riquelme, y su conversión en Museo del Teatro de Cartagena
La reutilización de edificios antiguos para nuevos usos salva muchos de ellos del abandono y la ruina, como vimos en otros artículos como “Rehabilitación almacenes ferroviarios. Estación Gourmet de Valladolid”, “Cine Carlos III vs Platea” o en “Rehabilitación del Palacio Villalón para Museo Thyssen de Málaga”. En este caso Rafael Moneo interviene en el centro urbano de la ciudad murciana para realizar un museo que sirve de acceso y “puesta en escena” del teatro romano, aprovechando para ello un magnífico palacio con aires modernistas situado frente al ayuntamiento.
Nada mejor para empezar. A continuación, vinculado con el palacio, un edificio nuevo sirve para ambientar al visitante con la historia del teatro, las artes escénicas y la recreación de Cartago Nova.
En unos amplísimos espacios acristalados se exponen las piezas de dimensiones colosales de capiteles, figuras o estelas, que ornamentaban el Teatro. Escaleras mecánicas sirven para darnos una mejor perspectiva de las mismas, a la vez que noseleva hacia los niveles de las gradas del Teatro, que utiliza como estructura natural una colina, como era uso en la Roma clásica.
Finalmente, el acceso al gran espacio exterior se realiza a través de una estrecha galería realizada gracias a una estructura de bóveda de cañón de ladrillo, con algunas piezas arqueológicas integradas de alguna manera en el recorrido: basas, restos de muros de carga de viviendas en los que podemos admirar las fábricas de mampostería con hiladas de ladrillo, tan características de la arquitectura romana. La riqueza arqueológica de Cartagena es infinita.
Esta galería discurre por debajo de la Iglesia de Santa María la Vieja, y va a dar a media altura del graderío, en donde desemboca con un amplio balcón.
La entrada al teatro no puede ser más satisfactoria, pues magnifica, por contraste con la estrecha y oscura galería arqueológica, el amplísimo espacio escénico, dando un golpe de efecto dramático para sorprender al espectador acostumbrado a la oscuridad y angostura del recorrido dentro de la bóveda.
Este recurso de unir edificios y espacios independientes a través de galerías subterráneas y aprovechar el desnivel del terreno para hacerlo, también fue empleado por Moneo en la ampliación del Museo del Prado de Madrid con la anexión del Patio de los Jerónimos, pero en este caso no había la dificultad adicional de encontrarse con restos arqueológicos en el camino.
Al conjunto arquitectónico solo le falta integrar la parte posterior del proscenio y la Iglesia, que ha quedado algo fuera del proyecto, y que además podría llevar hasta la cercana colina del Castillo de la Concepción.
Otro ejemplo de cómo vincular, conservar y engrandecer un patrimonio arquitectónico ya generoso desde tiempos remotos.