Una construcción textil dentro del invernadero de cristal es la propuesta de Federico Guzmán para albergar actividades culturales hasta el 30 de agosto.
El Palacio de Cristal, máximo exponente de la arquitectura del hierro, se construyó en 1887 para una exposición de Plantas exóticas traídas de Filipinas. La estructura de hierro roblonada se levanta para dejar amplios espacios libres para las enormes plantas ornamentales. Todos los cerramientos de vidrio aseguraban una buen entrada de luz a las plantas.
El montaje de la jaima, de Federico Guzmán es una recreación de las construcciones textiles saharauis, en la que todas las telas han sido diseñadas y teñidas por las mujeres del campamento de Bojador, con motivos y estampados como los de sus vestidos.
En el interior de los transparentes cierres del Palacio, están los traslúcidos de las telas de la enorme jaima, en una suerte de doble cierre, que desde el exterior y desde el interior juega con la vista a su través, y con los reflejos, tanto para ver el acogedor espacio de alfombras y cojines como los árboles y el estanque del parque. El color de la jaima contrasta con el blanco neutro del pabellón de cristal.
La estructura de barras y cables tensados de la jaima se organiza desde un aro con un poste en la zona más alta y se va extendiendo hacia los lados, en descenso, con otros otros puntos de sostén intermedios y que llegan a postes perimetrales y se arriostran hacia el exterior de la misma.
Esta estructura cableada utiliza varios de los pilares metálicos de la estructura interior del Palacio para apoyarse o arriostrarse. Se nos presenta como un juego de estructura dentro de la estructura, igual que las paredes de telas transparentes dentro de las paredes acristaladas.
La percepción del espacio interior de la jaima es ligero, con diferentes vértices o puntos altos desde los que caen las telas. El espacio interior del Palacio, ligero gracias a los materiales, se eleva a lo más alto en el centro y se escalona en varias alturas en las diferentes bóvedas acristaladas.
Dos estructuras metálicas distintas y enlazadas, en muchos aspectos antagónicas y sin embrago con enormes similitudes en su ligereza, en su aspecto transitorio, como de construcción desmontable, y en la transparencia de su envolvente.
Merece la pena la experiencia.
0 comentarios en “Arquitecturas transparentes. Una jaima en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid”
Qué bonito! Más ejemplos de arquitecturas con telas realmente bellos en http://gedetecs.com/techos-tensados/trabajos-destacados