A los pies de la colina de la Ciudadela romana de Amman, se encuentra el foro de la antigua ciudad romana, flanqueado por el teatro y el odeón.
La rehabilitación del odeón de Amman supone la recuperación de este espacio para el uso público, con la programación de conciertos.
Una grada de forma semicircular, un escenario y los accesos forman esta pequeña y valiosa construcción romana del siglo II DC. Junto al magnífico teatro, que ocupa la ladera de la colina, y el foro, con los arranques de las columnas conservados, forman un espacio único.
Se trata de una zona abierta, muy céntrica y concurrida, en el conglomerado urbano de la antigua ciudad de Philadelphia, hoy capital de Jordania.
Sin embargo, la rehabilitación del odeón de Ammán supone más bien una reconstrucción del mismo. En este ejercicio de anastilosis se han utilizado las piezas rescatadas insertas en su lugar original.
De esta forma se han completado, a modo de puzzle, algunos huecos de la nueva construcción.
De acuerdo con los criterios clásicos de rehabilitación, se diferencia la piedra antigua de la nueva. La sillería es como debió de ser la original, sin embargo la mayoría de los sillares son nuevos.
En el escenario, las cornisas originales destacan sobre el muro completamente rehecho. Así, las partes conservadas son las que cubren los tres arcos. Por otro lado, arcos, hornacinas y muro son nuevos.
Las bóvedas de los vomitorios conservan algunos tramos originales. Aún así, casi todo el recorrido es nuevo.
En la obra de rehabilitación del odeón de Amán se ha reconstruido todo el graderío. Sobre éste destaca, al fondo, un fragmento del muro original.
Cuando la rehabilitación supone la reconstrucción casi total de los edificios, se está recuperando un espacio perdido. En la rehabilitación del odeón de Amman se ha respetado tanto el material como la forma.
Aún así, no deja de ser una construcción moderna, una anastilosis sujeta a una posible revisión crítica. Algo similar se describe en la rehabilitación de las Escuelas Aguirre de Madrid. Al criterio del lector lo dejamos.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio