Ocultas hasta hace pocos años, las iglesias talladas de Lalibela forman una colección única de construcción rupestre.
Analizamos en este artículo el proceso constructivo y las condiciones que propiciaron la creación del conjunto de iglesias talladas en roca de Lalibela, al Norte de Etiopía.
La Historia
Las iglesias talladas en roca de Lalibela se construyeron en el siglo XII. El nombre original del lugar era Roha, luego se llamó Lalibela en honor al rey etíope que lo promovió. La leyenda cuenta que los planos se le aparecieron en un sueño, y sobre ellos las levantaron.
El conjunto está formado por once iglesias, cinco a un lado y séis al otro del rio Yordanos. El grupo del Oeste representa la Jerusalén terrenal y el del Este la Jerusalén celestial. La originalidad estriba en que son construcciones monolíticas, extraídas del terreno.
La construcción de las iglesias talladas en roca de Lalibela
Como en las esculturas de mármol, la pieza de terreno es separada del resto en un bloque, que después se va a horadar. La excavación del bloque monolítico por el interior genera los espacios de la iglesia.
El terreno, de roca basáltica blanda y compacta, facilita la formación del volumen y el tallado de las paredes. Luego se comienza la construcción interior, y finalmente la apertura de huecos y las decoraciones. Definido el volumen, la construcción sucede desde dentro hacia fuera, al contrario que en los edificios convencionales.
Puede formarse un peristilo alrededor, como en la iglesia de El Salvador -Biete Medhani Alem-, rodeada de columnas rectangulares.
En el interior, según el tamaño de la iglesia, se puede dividir el espacio en varias naves cubiertas con bóvedas.
Éstas también son talladas desde dentro, al igual que las columnas, con capiteles clásicos y molduras.
Algunas de ellas no están del todo extraídas de la roca, como Biete Libanos y Biete Golgota Mikael. Se han tallado a partir de un volumen saliente, de manera similar a las construcciones de Petra, en Jordania.
Las de una sola nave suelen ser del planta central, asimismo con forma rectangular o de cruz griega. El rito etíope, de influencia ortodoxa y judía, obliga a preservar una zona exclusiva en la que se conserva una copia del arca de la alianza.
La Leyenda
Según la leyenda, el arca se llevó a Etiopía en tiempos del rey Salomón, y desde entonces se conserva en Axúm, y en cada iglesia hay una réplica sagrada.
Todas las iglesias se comunican entre sí por pasillos y túneles, también excavados.
Así, el conjunto pasa completamente inadvertido desde una cierta distancia, escondido en el escarpado paisaje.
Es muy probable que su conservación sea deudora de esta circunstancia. A pesar de las múltiples invasiones y conflictos en la zona, disputada constantemente a los emperadores etíopes, las iglesias no han sido destruidas. La protección de este lugar de peregrinaje está en el principio de su concepción.
La iglesia de Santa María -Biete Mariam-, de planta de cruz griega, es la más decorada, con pinturas y relieves sobre los arcos, bóvedas y tímpanos.
Biete Gabriel y Raphael presenta una fachada reforzada con contrafuertes en forma de arco apuntado. Aunque parecen adosados, todos han sido tallados a partir del volumen de terreno original.
La entrada al recinto de Biete Amanuel es tan sorprendente como espectacular, así lo podemos ver en este vídeo. Sobre las fachadas se pueden ver los diferentes estratos de la roca original que conforma los muros.
Los accesos combinan galerías, puentes, pasadizos y túneles.
El conjunto de iglesias talladas en roca de Lalibela fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1978 por la UNESCO.
El mayor peligro para su conservación estriba en la penetración de agua en su interior. Por esta razón algunas iglesias se ha cubierto con estructuras superpuestas, como las de Biet Amanuel y Biet Lehem. Las cubiertas protegen de las lluvias torrenciales que deshacen la roca.
También otra amenaza estriba en los estratos de la roca, en los que se producen grietas y fisuras. Testigos situados en ellas y algunos cosidos muestran la intervención para su conservación.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio
1 comentario en “Las iglesias talladas en roca de Lalibela”
Espectaculares,! Asombrosas!