Debido, entre otras cosas, a la gran contaminación que asola a nuestro planeta, se han desarrollado una serie de normativas sobre el consumo energético, tanto a nivel industrial como a nivel doméstico. Si a esto le añadimos el alto precio que alcanza la energía en nuestro país, la reducción del consumo energético en una vivienda se convierte en algo básico.
Para ahorrar en el consumo o reducir la contaminación, solemos pensar en la instalación de sistemas de energía renovable. Sin embargo, no todo el mundo puede permitirse este tipo de instalaciones. Que las viviendas en sí se construyan de manera que consuman menos es la solución a todos estos problemas.
Rehabilitación estructural y sostenibilidad
Para conseguir la sostenibilidad es muy importante aprovechar los edificios que ya existen y rehabilitarlos. Gracias a este sistema se aprovechan los recursos con los que contamos y se minimizan los residuos y gastos en el uso de nuevos materiales.
Otra ventaja de la rehabilitación es que muchos edificios no cumplen las normativas actuales sobre consumo y energía renovable. Una de estas normas es que los edificios de obra nueva deben poseer sistemas de energía renovable, como placas solares, para el agua caliente comunitaria. Además, el consumo de energía también debe ser menor a cierta cantidad.
Si rehabilitamos un edificio de manera que cumpla con las normas actuales conseguiremos ser más sostenibles y reducir el consumo de energía de los edificios.
La rehabilitación de estructuras puede servir para conseguir este objetivo:
- Si se conserva la estructura que ya existe, no tenemos que realizar una nueva y se producirá un ahorro de recursos y materiales.
- Al conservar la estructura no se deberá realizar una demolición y no se producirán residuos.
- Si no realizamos una demolición y se mantiene la estructura existente, se ahorrará energía en ambos sentidos.
Para poder aprovechar la capacidad de la estructura existente es necesario que se realice una evaluación previa de sus condiciones. La rehabilitación en que se vea afectada la estructura deberá seguir una normativa y tener en cuenta las prestaciones plausibles de la estructura del edificio que se rehabilita.
Si no realizamos este análisis previo podemos reemplazar estructuras que sí puedan ser válidas o bien superponer estructuras que no han aprovechado la resistencia del antiguo esqueleto.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de rehabilitar un edificio es tener en cuenta la importancia del aislamiento térmico. Un buen aislamiento hará que la temperatura interior de la vivienda se mantenga más estable, por lo que se requerirá de menor energía para climatizar la vivienda.
La rehabilitación de edificios se convierte en algo muy interesante en aquellos inmuebles en buenas condiciones pero que no cumplen las normativas actuales.
Edificación sostenible y ahorro energético
La rehabilitación y la edificación sostenibles conllevan un aumento de la eficiencia energética de los inmuebles, por lo que se reducirá el consumo de energía y, por tanto, la contaminación a nivel doméstico.
Según la Directiva Europea de Eficiencia Energética, los Estados que forman parte de la misma deberán destinar, a partir de este año, grandes inversiones para la renovación de edificios existentes para mejorar el rendimiento energético. No sólo la rehabilitación, sino la nueva construcción también debe ser una edificación sostenible y enfocada a la eficiencia energética.
Lo que se busca con la rehabilitación y la edificación sostenible es la creación de edificios de consumo de energía casi nulo. Este tipo de edificios representan un modelo sostenible que se basa en la construcción de inmuebles que, por sus propias características, demandan o tienen un consumo de energía casi nulo. Instalaciones como aerotermia contribuyen a reducir la demanda energética. En la imagen, instalación de aerotermia en un edificio.
Para conseguir este tipo de edificios, uno de los aspectos más importante es el aislamiento térmico, puesto que en climatización es donde se gasta el 40% de la energía de una vivienda.
Otro aspecto básico es el uso de materiales sostenibles. Se consideran como tal a los materiales duraderos, cuyo mantenimiento es mínimo y que tengan capacidad reciclable, reutilizable y de recuperación.
Para que un material pueda ser considerado como sostenible debe cumplir una serie de requisitos:
- Que proceda de una justa producción.
- Su precio sea accesible
- Que no contamine
- Su consumo de energía sea mínimo durante su ciclo de vida
- Que en su entorno posea valor cultural
- Provenga de fuentes abundantes y renovables
- Que se pueda reciclar, aunque sea en parte
- No contenga CFC ni olores
- Que proceda del lugar más cercano posible al inmueble