Las clases de madera estructural: características naturales, mecánicas e industriales.
La madera es uno de los materiales más antiguos para la construcción. Sin embargo, la industria ha generado a partir de la madera natural distintos tipos cuya fiabilidad estructural es bastante alta. A partir del material aserrado y las producciones industriales se han definido las Clases de madera estructural.
Como veíamos en el artículo titulado Madera como material estructural, todas las maderas se caracterizan por la dirección de la fibra de la misma. La madera es siempre más resistente en esa dirección que en la perpendicular a ella.
Esto supone que, en efecto, el corte de la madera se haga siempre en listones o piezas paralelos a la fibra. También por el hecho de que la fibra es paralela a la directriz de los troncos.
Clases de madera estructural aserrada.
La madera natural se puede emplear en piezas relativamente pequeñas, del tamaño que el árbol de la especie escogida pueda alcanzar. Esta madera natural se selecciona y clasifica según el tipo de especie de la que proceda y según su resistencia característica a flexotracción paralela a la fibra.
Se distingue entre los tipos C y D, según la especie sea gimnosperma -coníferas, en general- o angiosperma -de hoja caduca-, respectivamente. Así una madera C24 es madera aserrada procedente de una conífera de resistencia a flexotracción 24 MPa. En la península ibérica lo más común es que sea madera de conífera y, por tanto, del tipo C.
En la tabla E.1. del CTE SE M, se indican los valores de las propiedades de resistencia, rigidez y densidad asociadas cada clase resistente C.
Clases de madera estructural laminada
Para ejecutar piezas de mayor tamaño en sección y en longitud, es necesario “empalmar” tramos de madera aserrada para conformar piezas mayores. De ahí procede la madera laminada -y encolada-, que consiste en la yuxtaposición a tresbolillo de tablas de madera aserrada en varias capas. Esta madera no se clasifica según la especie de la que proceda la madera -que puede ser de varias-, sino sólo por la resistencia característica a flexotracción, precedida de las iniciales GL, glue laminated en inglés.
Hay además dos tipos de laminado: h y c, según toda la madera sea de la misma calidad, h, de homogénea o si las tablas superior e inferior del laminado sean de mayor calidad que el resto, c de compuesta. Así, una madera GL32h es una madera laminada y encolada de 32MPa de resistencia característica a flexotracción y con toda la madera de la misma naturaleza.
Para cubrir superficies se conforman tableros de distinto espesor con el mismo procedimiento que la madera laminada, pero poniendo tablones paralelos unos a otros en sucesivas capas y alternando en cada capa la dirección de los tableros.
Es lo que se llama madera contralaminada, CLT, counter laminated timber en inglés, cuya clasificación y denominación es idéntica a la de la madera laminada. La única diferencia es que en este caso se generan tableros bidireccionales, pero este característica la convierte en un material más versátil.
En la tabla E.3. del CTE-SE-M, se indican los valores de las propiedades de resistencia, rigidez y densidad asociadas cada clase resistente de madera laminada encolada homogénea.
En la tabla E.4. del CTE-SE-M, se indican los valores de las propiedades de resistencia, rigidez y densidad asociadas cada clase resistente de madera laminada encolada combinada.
Clases de madera estructural microlaminada
Por último, como sistema de laminado de madera existe el microlaminado LVL, que responde a las siglas de laminated veneer lumber. Este laminado consiste en pegar y prensar láminas de muy pequeño espesor en paralelo, en el sentido opuesto a la madera laminada. Es decir, la madera laminada se genera “apilando” láminas de madera, mientras que la microlaminada se conforma “adosando” las láminas en paralelo.
Esta madera presenta resistencias en general más elevadas que la madera laminada, y permite piezas de madera de formas más versátiles que la madera laminada. Existen dos subclases: Q y S. La subclase S contiene algunas láminas orientadas con la fibra en perpendicular al resto de las láminas.
Esto se hace para contener la deformación transversal por fluencia del microlaminado, que en la madera se genera por la humedad ambiental. En general el tipo S se emplea en lugares con más humedad y el tipo Q en los más secos. La madera microlaminada se denomina por su resistencia característica a flexotracción y la subclase. LVL 44 S sería una madera microlaminada de 44MPa de resistencia característica y con una porción de láminas en la dirección transversal.
Como resumen, podemos decir que las clases de madera estructural se definen tanto por el tipo de árbol, como por la resistencia a flexotracción y por el tipo de industrialización del material.
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