Con las ruinas como documentación gráfica de la realidad constructiva, revisamos una arquitectura tradicional autóctona en una comarca con un clima y una condiciones geo-morfológicas muy singulares.
El Cabo de Gata es el situado en la provincia de Almería, en el sureste de la Península Ibérica. Su orografía es de naturaleza volcánica, con sedimentación posterior. Su clima se caracteriza por ser muy seco, con índices pluviométricos que rondan tan solo 156 mm/año. La consecuencia de estos dos factores es un paisaje árido, con escaso arbolado y terrenos accidentados hasta el mar.
Los asentamientos humanos eran muy difusos, de carácter rural, básicamente en forma de cortijos muy alejados entre sí, hasta la llegada del turismo, que ha supuesto asentamientos costeros más desarrollados, y de la agricultura “de invernadero” que ha concentrado la población en su entorno.
Parque Natural
En toda la extensión del Cabo, pero especialmente en la zona protegida del Parque Natural Cabo de Gata-Nijar, el abandono de muchos de estos cortijos ha traído aparejada la ruina de los mismos y la posibilidad de observarlos de cerca en diferentes fases de su descomposición y hacernos una idea muy clara de los procedimientos de construcción locales.
Muros de carga
Las construcciones se levantan sobre muros de carga de mampostería de la piedra local. La dureza de los veranos hace que los huecos sean de pequeñas dimensiones, muchas veces protegidos con rejas. La estructura es para una sola planta. Rara vez encontramos más de un piso en altura.
La trabazón de los mampuestos de los muros se consigue con mortero de cal. Aunque a veces se emplea barro como argamasa.
Estructuras
La estructura para la cubrición es lo que plantea más variaciones, pues, dentro de los materiales que se pueden hallar por la zona, la madera es sin duda el más costoso. Las zonas habitables se cubren con madera, generalmente viguetas vistas de escuadrías pequeñas pero bien definidas.
Sin embargo las construcciones auxiliares para ganado, almacenes o aperos se cubren con los tallos de las flores de las pitas, plantas que surgen dentro del paisaje semi-desértico; una suerte de tallo de herbácea más consistente, similar a los troncos de palmera utilizados en el norte de África.
Sobre las viguetas se pueden colocar bien cañizos, bien baldosas contrapeadas hasta formar una losa de cierto espesor. El grosor y la cal ayudarán al aislamiento térmico de la cubierta plana.
Los muros de carga a veces se revisten con enlucidos y a veces se encala sobre la propia mampostería. Los cargaderos de madera resisten resuelven los pequeños huecos de iluminación.
Para comunicar espacios, abrir portadas o pasos de coches y animales, se necesitan grandes huecos. Los arcos evitan tener que construir cargaderos de grandes dimensiones.
Incluso algunas escaleras se apoyan sobre arcos de mampostería.
Construcciones auxiliares
Hornos circulares semiesféricos sirven para cocer el pan y los alimentos.
Los depósitos de agua completan el programa constructivo de cada cortijo. Excavados en la tierra se cubren con magníficas bóvedas de cañón de mampostería.
Como delimitadores de las fincas las alineaciones de chumberas son inexpugnables.
Materiales locales empleados en construcciones adaptadas al terreno escabroso y al clima seco y cálido de esta comarca aislada hasta hace pocos años y hoy protegida.
1 comentario en “Arquitectura y construcción tradicional del Cabo de Gata”
Me recuerdan a las construcciones de las islas baleares. En general este tipo de construcciones se pueden encontrar por toda la cuenca mediterránea. Felicidades por la escenografía.