La adaptación de edificios históricos a nuevos usos. Rehabilitación, adaptación de estructuras y espacios
En 1946 se termina el edificio del Cine Carlos III, dentro del ambicioso proyecto de viviendas, galería comercial, cine y sala de fiestas, que ocupa la primera manzana de la calle Goya de Madrid, junto al Paseo de la Castellana y la Plaza de Colón. Es una obra de madurez característica del arquitecto Luis Gutiérrez Soto (1900-1977), autor de numerosos proyectos de edificios para cinematógrafo, de estilos tan dispares como el Callao y el Barceló en Madrid, o el Fraga en Vigo. El complejo Carlos III es un paradigma de la arquitectura española de los años cincuenta del siglo XX.
La composición volumétrica del conjunto se proyecta como un perfecto ensamble de las diferentes edificaciones y elementos secundarios contemplados en el programa. A pesar de la disparidad de funciones, el resultado es una forma de gran unicidad, cuyos componentes se concentran alrededor de crucero del pasaje comercial, atraídos de forma centrípeta por su cúpula de pavés.
El cine no presenta la característica fachada a la calle, sino que está enclavado en el centro del edificio, con entrada a través del centro comercial, por lo que el cierre de la sala, que sucede en 2007, no afecta a la imagen exterior del edificio. Sin embargo, el gran volumen edificado del cine, el espacio interior de la sala, con sus palcos, el pasaje y la sala de fiestas del sótano, quedan clausuradas y sin uso.
En 2014 se inaugura un espacio gastronómico compatible con la conservación del espacio: Platea. La parte del edificio que contiene el gran patio de butacas y el sótano de la sala de fiestas se han rehabilitado y convertido en una zona abierta de mesas y sillas circundada por pequeños locales de restauración en los cuales se pueden adquirir los productos y consumir en las mesas de cualquier planta. Se abren los accesos desde el pasaje comercial, que vuelve a albergar algunas tiendas. Las plateas se han transformado en restaurante y bar de copas. La decoración corre a cargo del interiorista Lázaro Rosa- Violán.
Los laterales de la sala, toda la altura del espacio y la embocadura de la pantalla están revestidos de madera, reproduciendo los arcos concéntricos originales, y en el escenario se proyectan vídeos de fondo alternados con actuaciones en directo de música variada, desde jazz a pop o indie.
Merece la pena disfrutar de los espacios que las rehabilitaciones, readaptaciones y nuevos usos proporcionan a nuestro abundante y rico patrimonio arquitectónico, sin menoscabo de la obra precedente, más bien con la manifestación del reconocimiento que la historia le debe a la arquitectura de calidad.
Fuente: diariodesign.com – clubverum.com – curbed.com – duamcomunicacion.com – eladerezo.com – esmadrid.com – europapress.com – loleta.es – looc.es – skyscrapercity.com – superfuture.com