Junto a las ruinas de la fortaleza, construida en una colina sobre la llanura de Edom, al sur de Jordania, los asentamientos rurales de piedra, muchos de ellos abandonados, nos permiten explorar la arquitectura y construcción rural en Shobak.
Nos despedimos hasta septiembre con este viaje hasta el otro extremo del Mediterráneo, y un análisis de la arquitectura y construcción rural en Shobak, tan similar a lo que encontramos en la España semidesértica.
Muros de mampostería de piedra caliza local sostienen las construcciones ceñidas a los escalones que descienden junto a los antiguos arroyos.
Son las fuentes o manantiales los que definen los asentamientos humanos en esta zona árida de oriente medio.
Las construcciones, sencillos rectángulos definidos por los muros de carga, están marcados por el entorno seco y cálido como veíamos en las construcciones del Cabo de Gata en Almería.
Igual que en el sur de la península ibérica, los huecos para ventanas y puertas son pequeños, para evitar la insolación en el interior de la construcción.
Sobre los muros de mampostería se cubre con madera, cañizo y barro para formar cubiertas planas bien aisladas.
El abandono de muchas edificaciones nos permite estudiar su proceso constructivo, al haber perdido parte de los revestimientos.
Muros de una hoja, revocos al exterior y encalados. Además, las construcciones son pequeñas y fragmentadas. Junto a ellas hay terrenos para los animales y pequeños huertos si hay agua suficiente.
Junto a los muros las higueras proporcionan sombra.
Para la reparación de los muros también se utiliza mortero. Sin embargo, por su color terroso pasa inadvertido en el conjunto.
Se aprovechan las cuevas en la ladera para el refugio de animales.
Como veíamos en las construcciones naturales de la Cañada del Campillo, en Zaragoza, adosando muros externos se completa el aprisco.
El asentamiento moderno está en la parte alta de la colina. Sin embargo algunas casas del fondo del valle aún están ocupadas.
Sólo una visión más alejada del paisaje nos muestra la dureza del clima. Sin embargo, la arquitectura y construcción rural en Shobak no difiere de la almeriense.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio