Construida en el siglo IX sobre el foro romano de la ciudad de Zadar, la iglesia de San Donato es de forma cilíndrica, con tres ábsides semicirculares adosados.
La construcción de la iglesia de San Donato sigue la tradición de la arquitectura paleobizantina de la Alta Edad Media. La planta es en forma redonda con doble anillo. Éste aparece sólo en algunas iglesias de la misma época en Europa, lo que le confiere una carácter especial.
Estaba dedicada a la Santísima Trinidad hasta el el siglo XV. Entonces cambió la advocación a la del obispo, que según la leyenda fue su fundador, San Donato.
Seis pilares masivos y dos columnas delante del altar separan la parte central redonda de la nave circular. Los pilares y las columnas en la galería superior están ordenadas de igual forma, de manera que los ábsides se extienden hasta hasta el remate de la rotonda.
La construcción de la iglesia de San Donato en Zadar se hizo con los materiales del antiguo foro romano. Por ello, la cimentación y las partes bajas de columnas y muros están hechas con restos de fustes estriados.
Éstas han quedado al descubierto al levantar el pavimento original de la iglesia. De esta forma se ha recuperado el pavimento del foro romano, situado en un nivel inferior.
En otras zonas aparecen restos de estelas con inscripciones, como la dedicada a la diosa Juno, o la del templo de Júpiter.
La construcción de la iglesia de San Donato en Zadar representa una corriente muy extendida de construcciones de la edad Media, en las que se utilizaron piezas de arquitectura romana con una devaluación, al convertirlos en meros materiales de construcción.
Salvo las columnas, que tienen la misma función constructiva que en el foro, el resto de piezas son simples sillares.
Si comparásemos esta nueva iglesia con la rehabilitación del odeón de Ammán podríamos hacer una crítica. Pero no podemos saltarnos varios siglos de Historia. Aunque sí, sin desprecio de San Donato, añorar el foro romano perdido.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio