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La frecuencia e intensidad de los huracanes, cuatro en las últimas semanas, despierta la preocupación y una necesidad de prevención. Los fuertes vientos que azotan la zona han dejado a su paso la devastación total y decenas de víctimas.
Este artículo analiza por qué los huracanes arrasan más algunas zonas y otras menos, en lo que respecta a las tipologías constructivas de las diferentes islas y costas azotadas por estos fenómenos.
En el Caribe conviven dos tipologías constructivas, las basadas en la madera y las que utilizan materiales pétreos y cerámicos.
Las construcciones de madera, son baratas y rápidas de construir. Sin embargo, por su escaso peso, tienen varios problemas ante el viento:
Necesitan menor fuerza para ser derribadas por empuje de viento. Al pesar poco, la resultante de las cargas de viento más el peso sale fuera de la base y por lo tanto, la construcción se desploma.
La succión del viento también ha de ser relativamente pequeña para no superar el peso de la construcción, de modo que con valores pequeños la puede levantar.
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Las uniones suelen ser poco resistentes, de modo que aunque no se lleve la construcción es fácil que la desensamble.
Las construcciones cerámicas y pétreas suelen ser más costosas, y de construcción más lenta. Estas construcciones se caracterizan por un mayor peso. De hecho, una construcción pétrea de no muy buena calidad puede pesar unas 10 veces más que una de madera.
De esto se desprende que, en las construcciones con materiales pétreos y cerámicos:
La fuerza del viento, compuesta con el peso de la construcción, es más difícil que se salga de la base. Esto hace que la construcción no vuelque y sea estable ante el empuje.
La succión es muy difícil que llegue a superar el peso de la construcción completa, sí el de la cubierta, especialmente si tiene estructura de madera y cubrición ligera.
La unión de lo elementos, los enjarjes entre muros y las uniones clavadas y tomadas con mortero, son más robustas que los ensamblajes de maderas y tablas, de modo que es más difícil que se descompongan.
Las áreas en las las construcciones pertenecen en gran proporción a esta segunda categoría ofrecen un refugio seguro. Los que utilizan prefabricados de hormigón también son edificios pesados y por lo tanto seguros.
No analizamos los efectos devastadores de las inundaciones, sino sólo los del viento de grandes proporciones sobre los edificios.
Si bien no todas las construcciones son de suficiente consistencia, es fácil que exista un resguardo cercano. Cuando salta la alarma, todos los vecinos conocen cuál es la construcción a la que deben acudir para su protección.
Por esta razón, cuando los huracanes pasan por las zonas de construcción tradicional, heredera de arquitecturas de raigambre mediterránea suelen tener una menor incidencia sobre el patrimonio construido. Esto, unido a una organización civil adecuada, favorece una menor incidencia en los daños personales.
Como veíamos en el artículo sobre las estructuras antisísmicas, la tipología constructiva adecuada es primordial a la hora de proteger a las personas de catástrofes naturales.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio
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