En este artículo trataremos sobre las condiciones que recoge la norma en cuanto a la durabilidad de las estructuras de madera: diseño constructivo, durabilidad natural y protección.
La durabilidad de las estructuras de madera depende de diversos factores, tanto de material y diseño como de la puesta en obra y de la protección posterior. En los últimos años las normas han incorporado la durabilidad como un aspecto fundamental en las estructuras.
Además de garantizar el correcto cálculo de una estructura, necesitamos asegurar su conservación. Las condiciones van encaminadas a que la pieza estructural conserve sus propiedades a lo largo de toda su vida útil.
La durabilidad se ha de considerar en el control de recepción de materiales y productos en obra. Incumplir las condiciones de durabilidad de las estructuras de madera basta para la no-aceptación del producto y de la partida.
El capítulo 3 del Documento Básico de Seguridad Estructural para madera del Código Técnico DBSE-M trata exclusivamente de durabilidad.
Ésta ha de defender la madera del ataque de agentes tanto bióticos como abióticos. El tipo de protección varía dependiendo de la clase de uso a que se destina la pieza estructural.
Las clases de uso de dividen en 5 tipos, de menor a mayor exposición a la humedad:
Clase de uso 1. A cubierto, protegido de la intemperie y no expuesto a humedad. De este modo el contenido en madera maciza no es superior al 20%. Por ejemplo pilares y vigas en el interior de edificios.
Clase de uso 2. A cubierto, protegido de la intemperie pero expuesto a humedad. De este modo el contenido en madera maciza es superior al 20% por su situación o tipo de edificio Por ejemplo pilares y vigas en el interior de una piscina o próximos a un desagüe o conducto de agua o posibles condensaciones.
Clase de uso 3. En el exterior, pero no en contacto con el suelo. El contenido de humedad es superior al 20%. Según su grado de protección se divide en:
Clase de uso 3.1 si tiene protección adicional, como una viga bajo tejadillo.
Clase de uso 3.2 con menor protección por estar directamente expuesta a la lluvia o a salpicaduras. Parte baja de un pilar apoyado sobre un zócalo.
Clase de uso 4. En contacto con el suelo o con agua dulce. Elementos que de forma que permanentemente está con un contenido en agua superior al 20%. Ejemplo pilar apoyado en el suelo.
Clase de uso 5. Permanentemente en contacto con agua salada. Son construcciones en agua salada.
Según la clase de uso se prevé un grado de protección frente a los agentes bióticos. En el CTE se recogen en el siguiente cuadro:
Algunas especies tienen una protección natural tanto en el duramen como en la albura. El duramen es la parte central de la sección del tronco y la albura la superficial. Si la madera está protegida por su naturaleza, deberá estar indicado por el fabricante.
Además varias especies de coníferas no son impregnables, con lo que no pueden ser protegidas. Este es el caso del abeto, piceas o arce rojo. Se ha de evitar el uso de estas maderas en estructuras, pues no absorben el tratamiento. Por ello es necesario que el fabricante garantice la impregnabilidad del material.
Se ha de garantizar la clase de exposición durante el transporte y el acopio del material. Este punto es muy relevante, ya que algunos daños por exposición son irreversibles y el material queda inservible.
Además de las condiciones expuestas, el CTE da unas pautas de protección en rehabilitación de estructuras de madera. Frecuentemente se hallan indicios de ataques xilófagos en las maderas existentes. Esto obliga a proteger tanto la madera nueva como la tratada con un grado mayor que el exigido por su clase de uso. En el CTE se da la pauta de esta protección adicional.
Si existe ataque de termitas o pudrición, se habrá también de proteger las zonas de duramen.
La madera encolada también tiene exigencias de protección, pues no siempre se protege la madera ya encolada. Al menos a partir de la clase de uso 3.2. se han de proteger las láminas antes de encolarse.
Los elementos metálicos de fijación de las piezas estructurales de madera deben garantizar una durabilidad mínima. En el siguiente cuadro se establecen las condiciones en función de la clase de servicio:
Es importante ver que la clase de servicio no es lo mismo que la clase de uso del cuadro anterior. Clase de servicio, también vinculada al ambiente, se explica en el punto 2 del DB SE-M en relación a la humedad y el comportamiento estructural de la madera, no la durabilidad.
Las uniones se diseñarán de modo que no retengan agua, aunque no sea necesaria su protección por la clase de uso. Incluso las de las estructuras que no requieren protección han de estar diseñadas de modo que no retengan agua.
Como conclusión, la durabilidad de las estructuras de madera depende de tres factores fundamentales.
1.- La situación de la estructura, que va a definir el nivel de agresividad del ambiente.
2.- El diseño de la estructura. Hacemos especial hincapié en este factor, pues es decisión de los técnicos.
3.- Por último la protección, tanto del material como de las uniones metálicas, que está muy regulada por la norma, y no debe dejarse a un lado en lo que respecta al transporte y acopio del material.
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Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio
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