Proceso de ejecución de un cargadero doble en un muro de carga.
En este artículo mostramos la ejecución de un cargadero doble en un muro de carga, con la reparación de un fallo en la ejecución. Un cargadero doble es el formado por dos perfiles de acero paralelos. La ejecución ha de poner especial cuidado en no eliminar nunca el espesor total del muro para colocar el cargadero, o apear provisionalmente.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio
Objeto de la intervención
En el caso que nos ocupa, se trataba de abrir un hueco para el paso de vehículos en un muro de carga. Sobre el muro descansaban los forjados de cinco pisos de un edificio de viviendas. En el estado inicial había una ventana, que había que sustituir por una puerta de paso para coches.
La solución era colocar dos perfiles IPE 360, uno por la cara interior del muro y otro por la exterior. Bajo cada extremo un dado de hormigón y una placa de anclaje garantizaban el reparto de la carga.
En el proyecto inicial eran IPE 360 y agujas. Luego se sustituyeron por perfiles de ala más ancha y se suprimieron las agujas. Toda la carga del muro debía concentrarse en un machón de muro más estrucho del inicial, y por ello había que realizar el apoyo de manera muy cuidadosa. La ejecución de un cargadero doble en un muro de carga facilita mucho la puesta en obra, pues casi siempre se puede ejecutar sin apuntalamientos provisionales.
En nuestro caso, como en cualquier otro, se había de proceder por partes. Se debía rozar y colocar primero los apoyos y luego el perfil por una de las caras. Para recoger la carga había que retacarlo muy bien con mortero sin retracción por la parte superior en contacto con el muro. Una vez finalizado repetir la operación por la otra cara. De esta forma el muro no se debilita más que provisionalmente en, aproximadamente, un tercio del ancho.
Ejecución del cargadero
Sin embargo la operación se comenzó rozando el muro para hacer los dados de apoyo de los extremos de los cargaderos. Una roza horizontal abría el muro en todo su espesor, se formaron los dados de mortero con sendas placas de anclaje. Encima de los dados no se rellenó de mortero, sino que se dejó la roza abierta.
Uno de los extremos estaba en una zona de muro muy masiva, y no se produjo ningún daño. Al inspeccionar el otro, aparecía una fisura en el muro sobre el dado.
Se procedió, de manera urgente, a apuntalar el hueco adyacente y retacar con mortero el espacio entre los dados de hormigón y el muro.
Para el retacado se colocaron tablones y se vertió mortero sin retracción hasta colmatar el hueco.
Una vez rellenas las rozas, se continuó con el procedimiento previsto. Se realizó la roza horizontal en el ancho justo para el perfil por una de las caras del muro. Luego se colocó el mismo, rellenando perfectamente hasta recoger la carga por la cara superior.
A continuación se realizó la misma operación por la otra cara. Una vez relleno el hueco por la cara superior se demolió la fábrica, abriendo el hueco previsto en proyecto.
Sólo faltaban los remates por el interior y el exterior y la colocación de la puerta de garaje.
Como conclusión, es muy importante asegurar la estabilidad estructural en todas las fases de la obra. No basta con que el estado final sea el correcto, sino garantizarlo durante toda la ejecución. Una buena idea es incorporar al proyecto unos planos o esquemas gráficos anotados del procedimiento de ejecución.