Un casco de arquitectura popular castellana maravillosamente conservado nos muestra, además de ejemplares de arquitectura de muros de adobe, una espléndida colección de aleros de canecillos de madera y entablado de ripia vista.
El casco urbano se desarrolla a uno de los lados de la carretera. Organizado con tres polos de atracción, por un lado la iglesia de San Pedro, por otro la Plaza Mayor, y en tercer lugar la Iglesia de San Miguel, hoy utilizada como granero, el trazado del pueblo, como todos los de origen medieval, no sigue un orden geométrico estricto.
Las calles se abren y giran así como se han ido construyendo las edificaciones que las enmarcan.
Tampoco las alturas de cornisa siguen una línea sino que se adaptan al espacio interior y a la orografía del terreno.
Sobre los muros de carga, muchos de ellos de adobe, las estructuras de madera de las cubiertas se extienden hasta superar el límite del edificio, y los canecillos sostienen la prolongación de lo que en el interior será el soporte de la teja: un tablero de ripia.
Los canecillos se abren en ángulo respecto de los pares de la cubierta, con el cambio de inclinación que caracteriza a estas cubiertas.
Algunos canecillos tienen decoraciones rehundidas, aunque la mayoría de ellos son algo torneados.
Los edificios más modernos mantienen el formato, al menos al exterior, aunque no hay certeza de sinceridad en la construcción de la estructura moderna.
Las ripias, tablas de escasa sección, anchas y muy largas, se colocan paralelas a la fachada. El agua de los bordes ha revirado algunas, dándoles el encanto especial de la estructura antigua y dúctil.
Sorprende un edificio de corte modernista, con un alero en reconstrucción.
Toda la plaza Mayor, porticada sobre pies derechos o pilares de piedra, muestra aleros, más o menos oscurecidos, de madera en todo su perímetro salvo en el plano de la Casa Consistorial, de estilo ecléctico con ventanas geminadas, pilares de granito y pináculos en las esquinas.
En las portadas, los inmensos cargaderos de madera. Algunas veces hay tornapuntas ayudando al vuelo de la cubierta, con la tabla cambiada de dirección.
Como veíamos en la entrada Muros tradicionales, es necesario conservar este patrimonio de construcción histórica, de muros de carga y estructuras de madera, remates de teja y revoco de cal, que lleva siglos y está preparado para continuar en pie más siglos.