Canalizaciones de agua que desde al menos la época romana han recorrido kilómetros sobre y bajo el terreno para abastecer los asentamientos urbanos. Para ello se han ideado y construido impresionantes estructuras de piedra y ladrillo.
En España se conservan al menos 23 acueductos de origen romano. Tal vez el más conocido es el de Segovia, construido entre los siglos I y II d.C, transporta el agua desde la sierra hasta la ciudad, y recorre más de 17 Km. Los primeros tramos se pueden ver junto al río Frío, del que toma el agua, y en su entrada a Segovia salva más de 28 metros de altura. Está formado por sillares de granito, que forman una estructura de pilas y arcos sobre los cuales discurre la conducción.
Ha sido reconstruido y rehabilitado muchas veces, una de las más importantes durante el reinado de los Reyes Católicos, y ha sido utilizado hasta el siglo XX.
La idea de un acueducto es un puente muy estrecho sobre arcos superpuestos que salva una vaguada o un valle. No siempre son así, pues muchos tramos o incluso toda la conducción puede ser enterrada. Una gran parte del de Cella, en Albarracín, es una bóveda excavada en la ladera y con algunas aperturas al exterior. Estos huecos, a modo de ventanas, servían para sacar los escombros durante la excavación y para las tareas de limpieza y mantenimiento posteriores. Se utilizó hasta el siglo XII.
Otro gran acueducto es el que se conserva en Mérida. Existe documentación sobre al menos cuatro acueductos que abastecían la ciudad, capital de la provincia romana de Lusitania. El acueducto de Los Milagros, del siglo I d.C, está formado por arcos y pilares de sillería en el que se alternan cada cinco hiladas de piedra, cinco hiladas de ladrillo.
En Zaragoza está el acueducto de los Bañales, en el término municipal de Uncastillo. De este acueducto se conserva todo el trazado, desde la fuente, con excavaciones en roca, conductos en el terreno y parte elevada, de la que sólo quedan los pilares de piedra.
Una característica que lo diferencia de los demás conservados es que en Los Bañales la conducción de agua era una estructura en cajón, realizada en madera. En este enlace se puede ver un vídeo sobre las construcción del acueducto.
https://www.youtube.com/watch?t=12&v=2ejTGFPKxWU
En Almuñecar, Granada, el acueducto está conservado sólo en parte, con tramos integrados dentro del municipio.
El acueducto de Baelo, junto a los que ahora se conoce como las Ruinas de Bolonia en Cádiz, formado por la típica opus caemeticium romana, mezcla de mampostería y cal, como veíamos en el artículo sobre Carranque en Toledo.
El magnífico acueducto de Tarragona, o puente del Diablo, está situado en un paraje de bosque mediterráneo y formado por pilas y arcos de sillares de piedra combinados con opus caemeticium.
Pero no todos los acueductos son romanos. En la Plaza de la Ópera de Madrid se han hallado restos de un acueducto construido con el típico aparejo toledano, que es una combinación de ladrillo y mampostería, que traía agua al Palacio Real.
Junto al él se hallaba la fuente de los Caños del Peral, diseñada por Juan Bautista de Toledo, de sillares de piedra y decorada con veneras. Hay más restos de acueductos, como el que se halló al comenzar las excavaciones del nuevo aparcamiento y Mercado Barceló, esta vez de ladrillo, y que se dejó, una vez documentado, cubierto por la obra.
Fuentes de Fotografías: Residenciadetiempolibre.es; patrimnioculturaldearagon.es; teruelversionoriginal.es; jdiezarnal; hotelesespanaguia.com; commons.wikimedia.org; eco-viajes.com; saltaconmigo.com; cofrades.sevilla.abc.es