La sostenibilidad nos encamina a la utilización razonable de los recursos, a racionalizar la producción y a gestionar los residuos y al ahorro de energía, sin renunciar al desarrollo social y económico.
Hay tres razones por las que la rehabilitación de estructuras contribuye a conseguirlo:
1.- Ahorro de recursos: Mantener la estructura existente evita fabricar una nueva.
2.- Ahorro en producción de residuos: Si la estructura se conserva no hay productos de la demolición.
3.- Ahorro de la energía necesaria para realizar las tareas anteriores
En las imágenes a continuación podemos ver dos ejemplos de rehabilitación: A la izquierda se ha sustituido un forjado, probablemente de madera, por uno de chapa. Para hacerlo se ha demolido también la moldura y los acabados del techo. A la derecha, la imagen de la rehabilitación de la Iglesia de Lucca, por el ingeniero italiano Lorenzo Jurina, en la que la estructura original está intacta.
La rehabilitación con afección estructural hace necesaria la evaluación previa de las condiciones de la estructura existente. Para ello se debe tener en cuenta las exigencias normativas actuales y conocer las prestaciones reales de la misma. El fin de lo anterior es tratar de conservarla y aprovechar su capacidad.
La ausencia de este análisis previo ha provocado que muchas estructuras válidas se hayan sustituido. O también que se hayan suplementado sin que se aprovechen las propiedades resistentes de lo antiguo.
Uno de los criterios de rehabilitación es mantener la estructura y colocar otra por encima. De esta forma se conserva la original pero sin que tenga una misión resistente. La estructura supone, bien un encofrado de lo nuevo, bien un residuo, oculta tras falsos techos o acabados. Mantener un sistema estructural inútil supone sobrecargar los elementos adyacentes y puede obligar a reforzarlos o a recalzar la cimentación. Esta es una solución parcial y poco recomendable.
Hay que tener en cuenta que las estructuras históricas también forman parte del patrimonio construido. Debido a ello forman parte de la totalidad de la construcción y preservarlas es conservar modelos estructurales históricos.
En rehabilitación estructural es necesario hacer una evaluación del estado de conservación y de la capacidad de la estructura. Por ello, esta evaluación ha de ser previa al proyecto de ejecución. Además debe encontrar, si es posible, un refuerzo o estructura complementaria. Con un refuerzo la estructura existente puede alcanzar las condiciones mecánicas mínimas exigibles. Ha de recurrirse a herramientas de ayuda para la evaluación y estudio del refuerzo.
La falta de criterio técnico y de medios para la evaluación de los elementos estructurales tradicionales hace que la demolición sea el camino más fácil. Esto lleva a la consiguiente destrucción de patrimonio y la producción innecesaria de residuos. Y a lo anterior se habrá de sumar el coste de ejecución de la nueva estructura.
Autora: Ana Fernández-Cuartero Paramio
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