Como ya veíamos en Madrid, en la entrada “Fachadas reproducidas, andamios indultados”, cuando vamos de viaje no es fácil encontrar todos los edificios o monumentos visitables y fotografiables, pues algunos se hallan escondidos tras lonas y en proceso de rehabilitación.
En este post hemos encontrado en Florencia y Nápoles ejemplos de reproducciones de la fachada en restauración, con algunas variaciones respecto de las que veíamos en Madrid.
En Florencia, el Baptisterio del Duomo, detrás de una enorme estructura, comparte espacio para la publicidad. Si miramos desde la torre la reproducción es perfecta.
Tanto de día como de noche podemos admirar perfectamente la fachada que se oculta tras la lona, fielmente reproducida. Pero por un lateral hay una enorme imagen que nos invita a hacer una donación para la obra, que si supera los 10 euros nos convierte en patrocinadores “oficiales” del edificio, y apareceremos en el Registro de Benefactores de Santa María del Fiore. Una interesante sugerencia teniendo en cuenta la fama de esta catedral.
La Piazza de San Lorenzo, con la fabulosa capilla Medicea, presenta uno de sus lados cubierta por este andamio con lona sobre el que se ha estampado la fachada rehabilitada, y una enorme publicidad del Mercato Centrale, al que dedicamos una entrada de nuestro blog recientemente, a propósito de su restauración.
Tampoco el Palazzo Orlandini del Beccuto está plenamente visible, pero sobre la valla de conglomerado liso de la parte baja, se alza una reproducción fotográfica de la fachada, con un detalle admirable, pues hasta las cortinas parecen moverse con el viento.
Otra curiosidad de este andamio es que la visera, de chapa metálica, con pértigas y redes, hace un saliente tan marcado como la cornisa del propio Palacio. Con otros materiales, pero el ojo lee perfectamente el alcance de la cornisa del palacio florentino, en todo su esplendor neoclásico.
Muy cerca, en Via dei Cerretani, la continuidad de la manzana está en la lona del andamio, rota un poco por la publicidad.
En la Plaza de la República un ángulo está en obras. La lona llega hasta el suelo. Lo que destaca es el gran panel publicitario, pero la factura de la lona es impecable.
En Nápoles el Palazzo Reale está en plena restauración de su fachada. La Piazza del Plebiscito, una de las más concurridas de la ciudad, en pleno tránsito desde la urbe hacia el mar, queda asolada con el andamiaje. Pero, en vez de las estatuas de los Reyes de Nápoles, tenemos una colección de rostros modernos, y la fachada está dibujada sobre la fachada de lona, no a escala, no fotografiada, pero sí reproducida, como si de un plano se tratase, colocado sobre la impecable lona blanca del andamio.
La protección del Teatro de San Carlo, también en Nápoles, nos hace pensar en una lona decorada, pero lo que vemos es en realidad el propio teatro, pero con una red colocada para evitar la caida de piezas a la calle y el posible daño a personas o vehículos que puedan estar circulando es ese momento por debajo, hasta que comience la rehabilitación.